Se disputó el encuentro de ayer sobre un terreno de juego que era más propio de un pasto de vacas que de un espectáculo deportivo, pero el mal estado del césped no le quitó nada de vistosidad a un partido en el que los jugadores hicieron más por el espectáculo que lo que el verde permitía. En el primer partido televisado en El Toralín, ante un líder intratable salió la Deportiva a comerse el mundo. Y apenas había pasado un minuto cuando Carpio puso un buen centro desde la derecha en el que Manu Herrera tuvo que intervenir para evitar que encontrara rematador. Fue la primera aproximación y el equipo se metió a su público en el bolsillo desde el primer momento en una tarde no fría, pero si desapacible. El mal tiempo y la tele invitaban a no salir de casa, pero los más de 5.000 valientes, que impertérritos acuden cada 15 días al campo (ya sea en este o en otros tantos de España) y no desfallecen ante la cantidad de trabas que una LFP semi incompetente (o incompetente entera) les pone para ver a sus equipos, se engancharon al partido y se metieron en él. Le hacía falta a los jugadores y éstos correspondieron con entrega. Claudio varió su habitual 4-4-2 para poner en liza un 4-3-3 que, además de ser más acorde (para mi gusto) con las características de este equipo, le dio peso y equilibrio en la medular. Pero a pesar del buen inicio, las cosas se complicaron rápido. De nuevo salió a relucir el talón de Aquiles de la Deportiva, el juego de estrategia. Minuto 3, falta lateral (la única que cometió la Deportiva en la primera mitad). Fidel que la pone al corazón del área y en el barullo, Etxeita cabecea al fondo de las mallas haciendo inútil la estirada de Santamaría que llega a tocar, pero no lo suficiente como para desviar el testarazo del central franjiverde. El Elche, sin apenas esfuerzo, se adelantó en el marcador y en la grada cundió el desánimo. Se temía goleada. Y televisada. Pero el desánimo duró lo que tardó en sacar de centro la Deportiva, porque enseguida el equipo se fue a por el partido. Y lo hizo a lo grande, con fútbol y del bueno. Juande e Isaías se repartieron la tarea de elaborar, y Nano e Iván Moreno se quedaron bien pegados a la cal, como los extremos de toda la vida. Y el fútbol comenzó a brotar en un campo inerme. Perdonad que me ponga poético, pero es que la primera parte de ayer, fue de muchos quilates. Los de Escribá, con el trabajo encarrilado, se acomodaron en defensa y esperaron para salir a la contra. Mientra tanto la Ponferradina percutía, con insistencia y talento las castigadas (por las bajas) bandas ilicitanas. Pudo empatar la Deportiva en el minuto 7, pero incomprensiblemente Carlos Ruiz no acertó con el remate a puerta vacía. En el minuto 10 Máyor tuvo otra ocasión para poner el empate, pero la defensa le encimó bien y su forzado remate fue enviado a la esquina por un defensor. El ritmo era altísimo y los locales jugaban con inusitada soltura a pesar de la buena presión de los rivales, que encimaban pero no llegaban. Combinaciones rápidas y precisas, largas y pausadas, los bercianos sacaron el 'playbook' y lo ejecutaron con maestría. La afición, ya con el corazón menos compungido por el gol ante el buen juego del equipo se desperezó y comenzó a corear 'olés' que insuflaron ánimo en los deportistas. En el minuto 13 un córner ejecutado con jugada ensayada se paseó por delante de la línea de gol de los alicantinos. No había rematador esperando, pero también cualquier mal bote pudo haber introducido el balón. Eso iba a ser demasiada suerte. La Ponferradina se lo tenía que ganar a pulso. Xumetra intentó despertar a los suyos con un disparo lejano que se fue desviado. La respuesta de Máyor fue un testarazo desde el área que salió por encima del marco. La Ponferradina no cejaba en su empeño de igualar la contienda y el Elche, no se sentía incómodo con su situación. A fin de cuentas, ellos no tenían nada más que hacer si las cosas continuaban por la misma senda. Pero entonces pasó lo que tenía que pasar. Juande intuye el desmarque de Nano y se la envía en largo, al espacio, como le gusta al malagueño, que corre, se para, encara a su defensor, bicicleta, dribbling y centro preciso. El resto de la jugada fue más mundana. Barullo, mal despeje, remate de barriga de Máyor, una mano de por medio y gol. Y el júbilo se apoderó del respetable. Un servidor, bastante contenido, por lo general, gritó el gol como si fuera el que diera una Champions. Porque el tanto fue feo en su ejecución final, pero el mérito ya había sido suficiente. Y hermoso. La Deportiva no había sucumbido al desaliento de un gol en contra y no sólo eso, sino que respondió con buen fútbol y con corazón. Con belleza y esplendor, pero también con trabajo y arrestos. Los de Claudio tenían a los pupilos de su colega y amigo Escribá contra las cuerdas y lo habían hecho dándole a probar al líder su propia mnedicina. Buen juego y dominio total. En los 12 minutos restantes del primer acto los locales siguieron dominando y buscando el gol que les adelantara, pero no pudieron sobrepasar la bien pertrechada línea de zagueros. La primera parte terminó con una "X", pero había sido un "1" claro.
En la reanudación el partido fue bien distinto. Escribá retiró del campo a Verdés, lateral de circunstancias y al que de paso, le estaban haciendo un traje, y situó a Mantecón en el lateral y a Generelo a controlar el centro del campo. Eso dio mucha más presencia a los suyos y enseguida se plasmó sobre el campo. El Elche comenzó a apretar, y a base de calidad, individual y colectiva, fue haciendo recular cada vez más a la zaga de la Ponfe, que por momentos tuvo el culo pegado a la nariz de Santamaría. El esfuerzo de los blanquiazules había sido monumental en la primera mitad y ahora era el turno delos rivales. Y no lo iban a poner fácil. La figura del cancerbero berciano fue clave en este segundo acto. A los 10 minutos un desplazamiento en largo de Pelegrín que deja pasar Powel se convierte en un gran pase para Xumetra, que gana por velocidad la acción y su centro-chut se topa con los gunates del cancerbero blanquiazul. El Elche comenzaba a llegar con peligro y la Deportiva no era capaz de salir de su área, en las gradas se presentía el peor de los desenlaces. En el 61 Powel se interna por fuerza en el área, pero su disparo es desviado por Santamaría con una gran intervención. Un cansado Isaías, que cuajó un gran partido dejó su sitio a Lafuente, que más fresco intentó dinamizar más el juego. La Ponferradina ya se había sacudido un poco la presión y comenzaba a gozar de más aire. Los franjiverdes habían comenzado a levantar el pie del cuello de los de Claudio, no lo suficiente como para que el partido se igualara, pero sí como para que la Deportiva pudiera respirar, aunque agónicamente. Parecía la crónica de una muerte anunciada, pero los blanquiazules todavía no habían dado su último aliento. En uno de sus estertores de moribundo Máyor hizo su jugada favorita. Recogió en el centro del campo un gran pase a la espalda, le ganó por velocidad a su marcador y se internó en el área con la intención de poner el 2-1. Pero su disparo, al primer palo, potente, certero, se estrelló en la madera. La rabia del delantero de Aspe se hizo común con la de la grada. Ahí había estado la victoria. Al menos, la ventaja para poder conseguirla. El Elche se quitó el susto con rapidez. La de Xumetra, que ganó por velocidad a la defensa, se internó en el área y viendo a Powel desmarcado le lanzó un centro al que el delantero holandés llegó, pero por milímetros no fue capaz de rematar con acierto. El partido estaba para cualquiera de los dos. El primero que acertara se llevaría los tres puntos, y los dos lo intentaron con ganas. Iván Moreno realizó una gran jugada por banda derecha, pero su centro no lo esperó nadie en el segundo palo y se desperdició en la banda contraria. Sería la última acción destacada del extremo extremeño, que dejó su sitio a Adán, que por segunda jornada consecutiva, volvió a disponer de minutos. Un minuto después del cambio, en el 79 el Elche dispuso de otra gran ocasión para ponerse por delante. Córner que despeja Santamaría de puños y prolonga Lafuente, el balón que le cae a un rival que cede a Mantecón para que ponga un centro medido que le peinó el flequillo a Etxeita, que estuvo a un pelo de hacer doblete. En el 82 una contra conducida por Nano se quedó en nada cuando su centro lo atajó con suficiencia Manu Herrera. Pelayo tuvo la última ocasión clara del encuentro, cunado por habilidad se metió en el área y su disparo impactó en la pierna de un defensor local enviando el balón a córner. A dos minutos del final Claudio quitó a un derrengado Máyor, y metió a Urko Vera, algo tarde para mi gusto, pero no soy el que hace los cambios. Aun así el delantero vasco pudo haber tenido ocasiones, ya que la Deportiva ejecutó dos saques de esquina en la prolongación. Nada le habría hecho más feliz a la grada que que marcara el baracaldés, al que se le coreaba, antes de sacar los córners, con el nombre de "Urko Gol". Hubiera sido el éxtasis. De todas formas no hubo tal suerte y los córners se quedaron en nada, pero la Deportiva logró sacar un punto ante un rival que se está mostrando intratable durante toda la Competición.
Lo que más me gustó:
- La primera parte del equipo. Fue un auténtico recital de fútbol, todo lo que se ha venido pidiendo de siempre concentrado en 45 minutos mágicos, los mejores de toda la temporada. Todo ello no exento de fuerza y coraje.
- El esfuerzo de todos los jugadores. No sólo de los de la Deportiva sino también de los rivales, que a pesar del estado del terreno de juego sacaron al final un partido, que no sé como se vería por la tele, pero fue más que digno. Y con muy pocas faltas, por cierto y eso que el terreno se prestaba a la lucha de barro. La Deportiva sólo cometió una falta en la primera mitad, la del gol y en la segunda el Elche, si no me equivoco no hizo ninguna.
- El jugador destacado de ayer, y tengo donde elegir, fue Santamaría. No es que tuviera demasiado trabajo, pero el que tuvo lo resolvió con eficacia. Nada de adornos ni de florituras, sobriedad y sencillez. Poco pudo hacer en el gol, que llega a tocar y además dos paradas de mérito a disparos de Xumetra y Powel le hacen, para mi, uno de los destacados anoche.
- Sólo voy a destacar una cosa y es el terreno de juego. Ya sé que ante la meteorología nada se puede hacer, a pesar de ello el campo estaba "mejor" de lo que se podía esperar, aunque blando y pesado. Aun así, hubo un buen espectáculo.
LA MOVIOLA
GOL DE MÁYOR (min.33)
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| Antes de nada decir que yo en el tema de las manos me declaro incompetente. Con tantas vueltas que se le da uno ya no sabe cuando una mano es mano y cuando no, pero que el balón le da en la mano a Máyor es innegable. Puede que ya esté dentro de la portería y que sea irrelevante y puede que no. Además esta jugada es más para el juez de línea, pues el árbitro está tapado. Si todas las manos son mano, es ilegal, pero con esa regla de tres, en la imagen siguiente que voy a poner se ve que Mantecón le da con la mano antes que Máyor, por lo que sería penalti. Como queda a interpretación, no voy a poner ni que acierta ni que no, cada uno que saque sus conclusiones. |
Ahora ya os dejo con las crónicas y las Ruedas de Prensa, etc..
Crónica de Las Provincias
Crónica de La Crónica de León
Ruedas de Prensa de Escribá y Claudio
El resto de resultados de la Jornada fueron los siguientes:
Sabadell 4-1 Girona
Guadalajara 3-0 Alcorcón
Las Palmas 1-0 Racing
R.M. Castilla 5-0 Villarreal
Recreativo 2-0 Xerez
Sporting 1-1 Numancia
Córdoba 5-0 Murcia
Hércules 3-0 Lugo
Huesca 0-1 Mirandés
Almería 2-2 Barça "B"
Con estos resultados hay cambios en la zona noble. El gran beneficiado de la jornada ha sido Las Palmas que se queda a 2 puntos del ascenso directo. La Deportiva por su parte adelanta al Villarreal aunque pierde posiciones con respecto a Córdoba y Sabadell y se coloca en 9ª posición. El siguiente partido de los bercianos será el próximo domingo a las 17:00 horas en Santo Domingo frente al Alcorcón. Por hoy nada más. Un saludo.
Pasadlo bien y disfrutad del juego.
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